ÁNGEL ALCAIDE ESPINOSA RECIBE EL GALARDÓN “MIGUERO DE TOMO Y LOMO” POR SUS VALORES HUMANOS Y POR SER UN REFERENTE DE LA CULTURA RURAL Y DE LAS TRADICIONES LOCALES

13 11 2019

LA TERTULIA FONTANAREJEÑA “LAS MIGAS” RECONOCE PÚBLICAMENTE LA TRAYECTORIA PERSONAL Y LABORAL DE NUESTRO PAISANO

La tertulia fontanarejeña “Las Migas” entregó hace unos días su galardón “Miguero de Tomo y Lomo” a nuestro paisano ÁNGEL ALCAIDE ESPINOSA. Con esta distinción, los tertulianos reconocen los valores humanos y profesionales de Ángel, quien es depositario de una cultura rural y campesina adquirida a lo largo de toda una vida en la que ha sido pastor, vaquero, cabrero y labrador. Por otro lado, es un gran conocedor de nuestras tradiciones más seculares como la ya perdida “Mojiganga”, la singular “Media”, de la que fue “alcalde” durante más de 30 años; los mayos, las “Luminarias”, la Cabalgata de Reyes en la que protagonizó en los años sesenta el papel de heraldo montado a caballo, los ya desaparecidos festejos taurinos de antaño que se celebraban con motivo de las Fiestas de Agosto en la plaza montada con carros etc. etc. Por todo ello la tertulia “Las Migas” ha considerado que es merecedor de este galardón como reconocimiento a toda una trayectoria personal y laboral.

Ángel recibió como distinción la típica paleta de acero en la que lleva grabado su sombre y el título “Miguero de Tomo y Lomo”. También se le hizo entrega de una foto enmarcada en el que se ve al premiado en plena Dehesa Boyal de nuestro pueblo. Tras recibir estos regalos, el galardonado firmó en el libro de la tertulia y agradeció el detalle, echando la vista atrás para recordar algunos de los momentos vividos en nuestro pueblo a lo largo de los años.

Reseñar que la jornada fue intensa y enriquecedora. Iniciamos el día visitando, guiados por Ángel, dos históricos asientos de colmenas que en Fontanarejo se denominan “posás”. Nos desplazamos hasta “Posáesquiná” y “Posárrionda” donde aún quedan bien visibles restos de las paredes que albergaron, tiempo atrás, una intensa actividad apícola de la que se hará una reseña próximamente en este blog.

Tras el intenso itinerario, entre jarales, brezos y tomillares, celebramos el acto de entrega del galardón “Miguero de Tomo y Lomo” tras degustar una sartén de migas en el impresionante paraje de Valdepajares, en la casilla de Eloy. “Sartená” miguera que estuvo salpicada con abundantes tropezones a base de chorizo, bacalao, panceta, pimientos verdes y “chorruznos”, sardinas arenques, uvas (que trajo Ángel de su huerta), arrope y migas “canas”.

Ya en la tertulia, nuestro paisano recordó momentos de su larga trayectoria agropecuaria: salieron a relucir las intensas jornadas como vaquero en la Dehesa, las duras “noches de lobos” guardando el ganado, las yuntas para arar con la vaca “Piñana” o el toro “Atrevío”; las cargas de leña para alimentar la lumbre etc. Una larga experiencia rural que le lleva a Ángel a precisar, por ejemplo, cuando es el mejor momento para cortar los típicos “cabrios” que se sacaban de las madroñas y se utilizaban para las techumbres. Y el instante ideal para la tala es, según dijo, “en invierno, con la sabia de la madroña ya parada y con la luna “muerta” (cuarto menguante)”; o cual es el momento ideal para destetar los becerros, o para plantar los garbanzos, de los que citó una magnífica cosecha antaño en la que llegó a coger 25 fanegas.

En el contexto de la sobremesa/tertulia, vimos también un “manojo” de fotos retrospectivas en las que aparece Ángel en la ya referida Cabalgata de Reyes de los años sesenta, en el entrañable salón del tío Telesforo con otros mozos, a caballo con alguno de sus quintos trayendo las vacas del “sestero” hasta la plaza de carros, participando en una estudiantina/murga en los años cincuenta etc.

Por otro lado, Ángel recordó cuando, años atrás, se cantaban los mayos a las mozas del pueblo en las ventanas de las viviendas. En ese contexto de una fiesta tan celebrada en nuestro pueblo, nos entregó a cada uno de los asistentes una copia del “Mayo/romance del arado” y del “Mayo de la Santísima Cruz”.

Recordar que Ángel Alcaide Espinosa ha recibido este mismo año el galardón “Monteño Distinguido”, que le entregó la Asociación Cultural Montes de Toledo en una velada celebrada el pasado mes de julio en el castillo de Guadamur. También tiene la distinción “Romero Cencío” concedida recientemente por la asociación “Amigos de las Luminarias”.

Vaya desde este blog la felicitación para Ángel, un paisano merecedor de tantos reconocimientos, al que acaba de sumar el “Miguero de Tomo y Lomo” entregado por la tertulia fontanarejeña “Las Migas”. Enhorabuena.

J. Muñoz

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MIGAS DE VENDIMIA Y VINO CON OLOR, COLOR Y SABOR DE FONTANAREJO

10 10 2019

Celedonio Muñoz García, enólogo fontanarejeño, asiste a la tertulia “Las Migas” celebrada en Valdepajares

 Jornada miguera con ambiente vitivinícola. Celebramos el tiempo otoñal de vendimia, en este “veroño” con altas temperaturas, invitando a la tertulia fontanarejeña “Las Migas” a nuestro paisano y enólogo Celedonio Muñoz García. Entre cucharada y cucharada de migas, Cele nos ofreció una cata de cuatro de sus vinos elaborados por él mismo con uvas criadas en nuestro pueblo en los años 2015, 2016, 2017; y un “caldo” jovencísimo de la vendimia de este mismo año.

El encuentro tuvo como escenario el entrañable y singular sitio de Valdepajares, en la casilla de Eloy, donde nos comimos una sartén de migas con abundantes tropezones a base de pimientos verdes, pimientos “chorruznos”, chorizo, lomo, bacalao, panceta y uvas tintas de la vendimia de este año. También comimos granada y, para rematar, echamos un dulcísimo arrope y terminamos con unas riquísimas migas “canas”. Todo ello regado, como se ha dicho, con vinos de Fontanarejo comentados por su autor.

Tras “apretarnos la sartená”, llegó el tiempo de una larga y enriquecedora tertulia en la que disfrutamos escuchando a Cele hablar de viticultura: del viñedo, de la elaboración de vinos, de cosechas, de añadas, de terrenos favorables y de los factores climáticos, atmosféricos y medioambientales que influyen a la hora de obtener un buen “caldo”. Cele, que ha sido durante muchos años y hasta hace unos meses, presidente del Club de Vinos de Ciudad Real, cultiva en nuestro pueblo desde el año 2000 una viña que está ubicada en el paraje de “El Prado”. De los racimos que saca de esas cepas fontanarejeñas elabora un vino de autor que denomina “Pago de los Montes”, según pone en la etiqueta en la que también especifica que el tipo de uva es de la variedad merlot y que se trata de un vino artesanal y ecológico.

Hablamos también de sus inicios en el mundo de la viticultura, cuando tenía 17 años, en la Granja Escuela de Talavera; pasando después a la “Escuela de la Vid” en Madrid donde obtuvo el título de monitor en Enología. Cele ha impartido charlas y catas comentadas en numerosos lugares, incluida la Feria Nacional del Vino (FENAVIN).

En otro momento de la tertulia, hablamos de su gran afición musical pues, como se sabe, Cele toca la guitarra y el acordeón. Salieron a relucir las inolvidables y costumbristas rondas de quintos por las calles de nuestro pueblo, los toros que se celebraban en las Fiestas de Agosto en la plaza montada con carros, el acompañamiento del canto del mayo en la puerta de la Iglesia el día 30 de abril por la noche y en las Cruces de mayo. También recordamos los ratos de celebración con buena música tocada por Cele en el bar que regentaban sus padres en la calle Alcoba, en pleno Moralillo etc. etc.

En un momento de la tertulia echamos la vista atrás con un buen manojo de fotos retrospectivas de Fontanarejo y sus gentes. En alguna de ellas aparece Celedonio jovencísimo tocando el acordeón, como ya se ha dicho, en la “plaza de toros” fontanarejeña levantada con carros.

Celedonio firmó en el libro de invitados de la tertulia “Las Migas” y le entregamos un pergamino con la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días.También le regalamos un pañuelo verde como recuerdo de nuestras entrañables “Luminarias” de romero verde que los de Fontanarejo encendemos cada 30 de abril al atardecer.

Cele agradeció los detalles y leyó unos versos escritos por él para la ocasión en los que, entre otras cosas, dice:

 “Amigos  de la tertulia
de este encuentro tan miguero,
gracias por la invitación
por celebrarlo en el pueblo
este evento de importancia
que organizáis con esmero
unas veces en Madrid
otras en Fontanarejo.
Habéis celebrados varios
en locales hosteleros
regentados por amigos
paisamos de nuestro pueblo
tanto en el Mesón de Sancho, Casa Jacinto o de Pedro.
Estos actos culturales,
que muy bien
sabéis hacerlo,
propician el trato humano
y promocionan el pueblo”.

El encuentro y la plática se prolongaron, ya en el exterior de la casilla, hasta bien entrada la noche bajo una bóveda celeste sembrada de estrellas y con la luna alumbrando los morros y alrededores en un singular paisaje nocturno. Jornada completa.

J. Muñoz

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UN ACOGEDOR RECINTO GASTRONÓMICO, CON RAÍCES FONTANAREJEÑAS, EN LA MADRILEÑA ZONA DE ATOCHA

22 09 2019

Pedro Sevilla Muñoz y su esposa María Muntean, una pareja de jóvenes emprendedores, están al frente del restaurante-bar Sukaldea, especializado en pintxos y en cocina tradicional

 

Un grupo de amigos de Fontanarejo decidimos visitar en Madrid el restaurante-bar Sukaldea, que  está regentado desde primeros de este año por Pedro Sevilla Muñoz, un joven con raíces fontanarejeñas, pues su madre es nuestra paisana Araceli y sus abuelos los recordados y apreciados Adora y Virginio (QEPDescansen). Y la mejor forma de conocer un recinto gastronómico es degustando sus platos, apreciando su servicio y, en nuestro caso, disfrutando del paisanaje. Así lo hicimos y hay que decir que comimos muy bien, que recibimos una magnífica atención y que vivimos un gran encuentro con muchos recuerdos de nuestro querido pueblo. Jornada completa.

El restaurante Sukaldea está ubicado en la calle Dr. Drumen, 3, cerca de la estación de Renfe “Puerta de Atocha”, y al lado del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. Pedro está al frente del restaurante-bar con excelencia en el servicio; y su esposa, María Muntean, se encarga, con gran pericia y acierto culinario, de los fogones.

Hechas las presentaciones, decir que nos dejamos guiar en lo gastronómico por nuestro paisano que nos surtió la mesa con los siguientes entrantes a compartir: Tortilla de patatas jugosa con cebolla caramelizada; croquetas de boletus, trufa y jamón ibérico; champiñones salteados con mantequilla, ajo, langostino y Pedro Ximénez; torreznos sorianos sobre crema de patata trufada y Gyoza de rabo de toro y reducción de vino tinto. Todo para mojar y chuparse los dedos.

Los platos principales e individuales consistieron en un bacalao en tempura con pimiento confitado y salsa de marisco. Otra parte de los comensales apostaron por un solomillo de ternera con pimientos y piparras. Deliciosos tanto el pescado como la carne.

Decir, como detalle que remarca aún más el paisanaje gastronómico, que para algunos aliños y acompañamientos utilizan “aceite de oliva virgen cornicabra puro de Fontanarejo”, lo que resalta, aún más, el recuerdo a nuestro pueblo.

A los postres y el café nos acompañaron un rato Pedro y su esposa María, con quien compartimos plática. Explicaron sus primeros pasos y sus experiencias en el mundo de la restauración/hostelería y sus apuestas gastronómicas que ponen cada día en práctica y en escena a pie de mesa ante los clientes que acuden a Sukaldea.

Por otro lado , y en un momento de la tertulia, echamos la vista atrás y Pedro recordó con mucho cariño y nostalgia sus días de infancia y adolescencia cuando le encantaba ir a Fontanarejo. Narró vivencias imborrables como las “escapadas”, subidos en burra, con su abuelo Virgino (QEPD), hasta la casilla, ubicada en el paraje de El Castillejo y donde, a veces, hasta pernoctaban. También sacó a relucir los divertidos y atareados días de la tradicional y ya desaparecida matanza casera del cerdo, con su abuela Adora (QEPD) preparándolo todo -artesa, embudos, tripas, especias etc.- para embutir las deliciosas morcillas, los chorizos etc. etc.

En algún momento de la interesante tertulia vimos fotos retrospectivas de sus abuelos, su madre, sus tíos y también de paisanos que, en algunos casos, ya no están con nosotros.

Cerramos el encuentro con la entrega a esta pareja de emprendedores jóvenes de un pergamino con la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días. A Pedro le dimos una página publicada hace unos años por el diario LANZA de Ciudad Real,  que también puede leerse en este blog, en la que su abuelo Virginio (QEPD) explicaba que acababa de elaborar dos ubios de madera con las gamellas adaptadas para el arado y el carro, que había realizado de forma totalmente manual y a la vieja usanza; es decir utilizando para su ejecución el hacha, la sierra, el escoplo, el formón, la lima, la lija y, sobre todo, el talento y la maestría adquirida desde que era muy joven.

También les entregamos a Pedro y a María sendos pañuelos verdes como recuerdo simbólico de nuestras entrañables “Luminarias”. Ambos agradecieron el detalle y decidieron obsequiarnos con una botellita de aceite cien por cien fontanarejeño, que terminó cerrando el encuentro con emotivos recuerdos a nuestra tierra.

Felicitar desde este blog fontanarejeño a Pedro y a María por su trabajo al frente de este restaurante-Bar Sukaldea en el que ofrecen una exquisita cocina y un excelente servicio.

J. Muñoz

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“PARA LAS FIESTAS DE SANTA ANA, PINTAN LAS UVAS; Y PARA LAS FIESTAS DE AGOSTO, YA ESTÁN MADURAS”

10 07 2019

MUCHAS CASAS DE FONTANAREJO TENÍAN ANTAÑO PLANTADAS PARRAS JUNTO A  LAS PUERTAS, QUE ADORNABAN LAS FACHADAS Y PRODUCÍAN UVAS QUE SE SOLÍAN CONSUMIR CON MIGAS, SOBRE TODO EN LAS ERAS

Las “parras urbanas” formaban parte antaño del paisaje urbano de nuestro pueblo. Era muy habitual sembrarlas y cuidarlas junto a las puertas de las viviendas del casco urbano fontanarejeño. Hasta hace unos años podíamos ver estas plantaciones en numerosas calles. Unas singulares e históricas parras que, por un lado, resultaban muy decorativas al adornar las blancas fachadas con sus pámpanos verdes; y por otro producían unas uvas muy estimadas en lo gastronómico. Muchas de estas parras, que también se plantaban en los corrales y patios de las casas, producían las denominadas uvas de “teta de vaca” que estaban deliciosas para acompañar las migas que se solían comer a la hora de almorzar en las eras cuando se trillaba.

Por otro lado, nos cuentan que este tipo de uvas las consumían muchas familias para acompañar las denominadas “sopas de tomate” que, años tras, se cocinaban frecuentemente en nuestro pueblo.

Añadir también que algún fontanarejeño, que ya salta los ochenta años de edad, nos indica que incluso con estas apreciadas uvas se elaboraba antaño un licor de aguardiente o de anís.

CALLEJERO Y REFRÁN

En el actual callejero de nuestro pueblo existe la calle las Parras, una céntrica vía que va desde la Plaza Chica hasta el singular “Charquillo”  donde antaño, como se recordará, se lavaba la ropa. En esa calle hubo, tiempo atrás, varias parras plantadas, como también estuvieron visibles hasta no hace muchos años en diversas calles, plazas y rincones de Fontanarejo como la Plaza Grande (hoy Plaza de la Constitución), en la calle Don Diego- (aquí, como se recordará, hubo una histórica verbena con parras a la puerta y en el interior)-, calle Alfar, calle Mendrugo, calle Paloma, calle La Iglesia, calle Los Rasillos, calle Alcoba, carretera de Arroba etc.

Las uvas de estas “parras urbanas”, de las que ya quedan muy pocos ejemplares en nuestro pueblo, solían estar en su mejor punto de maduración en la primera quincena del mes de agosto. De ahí el dicho local que indicaba: ”Para las Fiestas de Santa Ana, pintan las uva; y para las Fiestas de Agosto, ya están maduras”. Un refrán, que también se escucha en otros lugares de España con esta ligera variación:” Para Santiago y Santa Ana, pintan la uvas y para la Virgen de Agosto ya están maduras”.

Recordar que en nuestro pueblo las dos fechas principales del calendario festivo local, -junto con las “Luminarias”/San Felipe y Santiago-, son  las Fiestas de Santa Ana, el 26 de Julio; y las Fiestas de Agosto, el 15-16 de ese mes, estas últimas en honor a San Roque y a la Virgen de la Asunción.

FRUTO Y SOMBRA

Los propietarios de estas singulares “parras urbanas” las solían cuidar con esmero y, en algunas ocasiones, hasta se emparraba el ejemplar para que diera sombra, colocando un armazón para formar la correspondiente cubierta. Todo un ritual pues las parras se solían regar, se podaban cuando llegaba el mes de febrero dejando unas elegidas yemas de donde saldrían los posteriores racimos de uvas; se procuraba “aislarlas” de moscas y avispas, se cogían los racimos ya maduros para disfrute del consumo familiar etc. Unas esperadas y deliciosas uvas que frecuentemente, como hemos dicho, se destinaban para acompañar las “migas” que, durante el verano, se comían casi a diario en nuestro pueblo para almorzar. Contundentes y riquísimas migas, con “tropezones” a base de pimientos, chorizo, tocino y, a veces, chuletas fritas de chivo o de cordero. Si a todo ello sumábamos las uvas y, para rematar, el arrope suponía un potente alimento mañanero durante el estío en época de recolección cerealista, de era, de trilla y de “encerrar la paja”. Eran tiempos, sin duda, muy duros y de una gastronomía contundente; una época pretérita en la que habitualmente también se comía cocido al medio día y pisto o “asadillo” para cenar. Sin olvidar el riquísimo gazpacho con el que, a media tarde y para refrescar la solanera, se solía llenar la andorga a la sombra de una pared o de un “sombraje”. ¡Qué tiempos!

Sirva este texto, en vísperas de las Fiestas de Santa Ana 2019, para dar cuerda al recuerdo de una de las costumbres y de las vivencias del Fontanarejo de antaño: las “parras urbanas”.

Justo Muñoz Fernández

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“ZAMBOMBA, ZAMBOMBA; CARRIZO, CARRIZO”…

27 12 2018

LA PECULIAR ZAMBOMBA, ELABORADA ARTESANALMENTE CON LA PIEL SECA DE LA VEJIGA DEL CERDO TRAS LA TRADICIONAL MATANZA, ERA ANTAÑO EL ACOMPAÑAMIENTO SONORO PARA PEDIR EL AGUINALDO POR LAS CASAS DE NUESTRO PUEBLO

 

Estaba deseando que llegara la época de la tradicional matanza del cerdo, que solía coincidir con el final del otoño -(11 de noviembre festividad de san Martín)-, y el principio del invierno. La muchachada de Fontanarejo esperaba expectante el acontecimiento por dos motivos fundamentales: esa jornada no se solía asistir a la escuela y, además, l@s muchach@s se divertían de lo lindo con un ritual festivo-matancero que consistía por un lado en hacer migas en el paraje de “Las Tres Escalerillas” con la “pajarilla” y el testuz del guarro; y por otro en columpiarse en “el mecedor”, un rústico columpio que se preparaba con una soga colgando y atada a la rama de un chaparro u olivo. Eran, sin duda, otros tiempos inolvidables que aún perduran en el recuerdo de varias generaciones.

Y si, además, de tan celebrada y espera jornada matancera se obtenía la materia prima- (la piel de la vejiga del cerdo) -para elaborar la peculiar y tradicional zambomba, comprenderán que la “chiquillada” estaba contenta y feliz ante un acontecimiento tan atractivo como deslumbrante para un mundo infantil que, por aquél entonces, no conocía la televisión; y menos aún todo el mundo cibernético y digital posterior.

Hay que reseñar, por otro lado, que en algunos pueblos monteños de la zona también se hacían zambombas con piel de conejo tensada sobre un corcho, como se aprecia en la foto que acompaña este texto, facilitada por un amigo de Horcajo de Los Montes. La otra foto de zambombas que aparecen aquí me las han proporcionado unos amigos de Fernán Núñez (Córdoba).

Una letrilla de un villancico ya lejano reflejaba cómo el hato de los pastores y gañanes era, en tiempos pretéritos y de escasez, bastante parco: “Zambomba, zambomba; carrizo, carrizo/ los hombres del campo no comen chorizo/ que comen patatas y pimientos fritos”.

Volviendo al costumbrismo local de antaño, decir que el día de la matanza del gorrino era, tiempo atrás y como he referido, una jornada muy señalada en el calendario lúdico-gastronómico local. Hay un dicho que describe esa fecha como muy pantagruélica en el yantar: “Tres días hay en el año que se llena bien la panza: Jueves Santo, Viernes Santo  y el día de la matanza”. Cabe recordar que en la Semana Santa de antaño en nuestro pueblo se disfrutaba de una rica gastronomía a base de potaje con “pelluelas” y collejas, tortilla de espárragos silvestres, escabeche, arroz con leche, canutillos, rosquillas, “sapillos” etc.

ELABORACIÓN ARTESANAL DE LA ZAMBOMBA

En medio de tanto ajetreo matancero en el que se empleaba a fondo toda la familia y que se traducía en lavar las tripas del cochino, condimentar el “morondongo” y la “moraga”, embutir  las morcillas, los chorizos, despiezar los jamones, los tocinos, los lomos etc.….había siempre un momento importante que consistía en apartar la vejiga del cerdo para elaborar la tradicional zambomba. La citada casquería marrana se solía someter a un proceso de estezado sobre alguna madera o puerta y, a continuación, se inflaba soplando y dejándola orear unos días. Después se colocaba la piel, ya bien seca, atándola tensa con un bramante sobre la boca de un cántaro o puchero roto o en desuso y se le instalaba una paja en el centro, que en nuestro pueblo era habitualmente de centeno. ¡Y ya estaba lista para hacer sonar la ruidosa y ronca pieza!.

La artesanal  zambomba, junto con alguna pandereta, eran los instrumentos de acompañamiento que se utilizaban a la hora de acompañar los tradicionales villancicos que se cantaban por las casas cada día 24 de diciembre al anochecer. Se trataba de un curioso ritual protagonizado por bulliciosos grupos de muchach@s que se presentaban a la puerta de las casas y, tras golpear con el llamador, gritaban un contundente:”¿Se canta , o se reza?”. Tras recibir el consiguiente permiso de acceso, la cuadrilla entraba hasta la cocina y cantaban unos tradicionales villancicos acompañados por el inconfundible, ronco, monótono y fuerte sonido de las zambombas. Así comenzaba el cántico navideño”Tengan ustedes buenas noches/ Señor@s y señoritas/ Que una noche como esta/ Se reciben las visitas”.

Por otro lado, y si se había registrado algún óbito reciente en la familia, entonces se solía pronunciar un solemne “cuanto lo sentimos” y se rezaba un Padrenuestro y un Avemaría.

Tras el emotivo ritual, en forma de cántico o de rezo, se les solía obsequiar al grupo infantil con algún presente a modo de aguinaldo. En tiempos pretéritos y de escasez  incluso cuentan los más mayores que se les daba un puñado de castañas, nueces o bellotas. De aquí seguramente nacería esta letrilla de un villancico que se cantaba entonces: “No quiero bellotas rotas/ Ni castañas con “ventanas”/ Quiero lomo y longaniza/ Para almorzar por la mañana”. Después llegaron los presentes más gastronómicos dándoles mantecados, embutidos, lomo etc.. Y  ya más tarde recibían dinero como aguinaldo…. alguna peseta o “duro”.

Otra tradición fontanarejeña, marcaba que la jornada siguiente, el Día de Navidad, las cuadrillas que había pedido el aguinaldo por las casas la noche anterior, se juntaba en la vivienda de alguno de los componentes para comer unas migas, un arroz con pollo o lo que surgiera.

Sirva este texto con recuerdos del antaño más fontanarejeño para felicitar las Fiestas Navideñas y desear un venturoso y próspero año nuevo 2019, que está a punto de entrar.

J. Muñoz

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¡CUMPLEAÑOS FELIZ!

16 12 2018

LA «TERTULIA LAS MIGAS» CREA EL GALARDÓN «MIGUERO DE TOMO Y LOMO» CON MOTIVO DE SU V ANIVERSARIO.

NUESTRO PAISANO DON ÁNGEL ALCAIDE ESPINOSA ES EL HOMENAJEADO CON ESTE PREMIO POR SUS VALORES HUMANOS Y SUS CONOCIMIENTOS DEL MUNDO RURAL.

 
La “Tertulia las Migas” ha cumplido, ya, cinco venturosos años. Con tal razón, los tertulianos nos hemos reunido para celebrar tan grato acontecimiento en el restaurante Casa Jacinto, un agradable y acogedor rincón, gestionado por nuestra paisana Toni y su marido Jacinto, uno de los lugares habituales donde realizamos nuestras tertulias.
En este contexto conmemorativo, los tertulianos migueros acordamos instituir un galardón denominado “Miguero de Tomo y Lomo”. Esta merced se concederá a una de las personas invitadas a las tertulias realizadas a lo largo del año.
En este encuentro hemos compartido mesa y mantel para yantar un exquisito y pantagruélico cocido, otro de los platos del acervo culinario de Fontanarejo, nuestro pueblo. A los postres, nuestros anfitriones nos sorprendieron, gratamente, con una deliciosa tarta con el epígrafe: “Feliz aniversario”. Emocionados, cantamos el cumpleaños feliz. Muy placentera esta sorpresa inesperada.
En la sobremesa los tertulianos debatimos sobre qué persona designaríamos agraciado con el galardón recién instituido. Todos nuestros invitados eran meritorios del mismo. Al final, tras un intenso debate, decidimos elegir a don Ángel Alcaide Espinosa “Miguero de Tomo y Lomo”. Consideramos que es una persona polifacética: ha sido pastor, vaquero, cabrero y labrador. Domina todos los entresijos de las tareas agropecuarias. Conoce como la palma de su mano todo el patrimonio etnográfico de nuestro pueblo. Transmite con precisión, emoción y lucidez didáctica sus amplios conocimientos. Ha sido más de treinta años “Alcalde de Medias” manteniendo viva esta singular costumbre de nuestro pueblo. Es un privilegio tener personas como Ángel, un hombre bueno y cabal, testimonio vivo de conocimientos de una cultura que desaparece sin remedio.
Desde aquel lejano noviembre de dos mil trece, han transcurrido cinco años. En este lustro de vida, cincuenta personas han asistido a la “Tertulia las Migas”. Estas personas nos han ilustrado con sus conocimientos. Hemos aprendido mucho y se lo agradecemos. Gozan de nuestro respeto. Los tertulianos consideramos un lujo que hayan departido con nosotros en amenas y didácticas tertulias, compartiendo principios y valores. A todas ellas, nuestra consideración y aprecio.

La Tertulia las Migas desea a todas las personas felices fiestas navideñas y un venturoso año 2019.

Juan Manuel Gómez Fernández

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LA TERTULIA “LAS MIGAS” REMEMORA LA ESCUELA DE ANTAÑO EN FONTANAREJO

9 11 2018

ANTONIO PASCUAL COLÁS (MAESTRO EN NUESTRO PUEBLO ENTRE LOS AÑOS 1959-1973), JUNTO CON SUS ALUMNOS DE ENTONCES ENRIQUE MUÑOZ GUTIÉRREZ Y SERAFÍN FERNÁNDEZ ARIAS, ASISTIERON COMO INVITADOS AL ENCUENTRO GASTRONÓMICO

LA REUNIÓN TUVO COMO ESCENARIO LA CASILLA DE ELOY, EN VALDEPAJARES, DONDE SE EXPUSIERON FOTOGRAFIAS RETROSPECTÍVAS DE LAS AULAS

Echamos la vista atrás para recordar cómo eran las viejas escuelas y la enseñanza en nuestro pueblo en un tiempo en el que la pizarra, los pupitres de madera, la tiza, los tinteros, el babi, la estufa alimentada con cepas etc. formaban parte de la infraestructura en las viejas aulas.

Para rememorar aquellos tiempos escolares, la tertulia “Las Migas” invitó a Antonio Pascual Colás, que fue maestro en Fontanarejo durante 14 años entre 1959 y 1973, y a dos de sus antiguos alumnos: Enrique Muñoz Gutiérrez y Serafín Fernández Arias.

El encuentro tuvo como escenario la casilla de Eloy, ubicada en Valdepajares,  un entrañable recinto en el que pusimos a la entrada una pequeña exposición con fotos retrospectivas  de las escuelas de antaño. Imágenes con las que nos recreamos los asistentes dando cuerda al recuerdo de un tiempo en el que llegó a haber cerca de 70 niñ@s en una misma aula.

Antes de iniciarse la habitual tertulia, nos comimos dos sartenes de migas con abundantes “tropezones”, entre los que sobresalieron los pimientos “chorruznos” y el bacalao. Además hubo sardinas, pimientos verdes, chorizo, uvas y, ya para finalizar, arrope, leche para las “migas canas” y, como novedad, granadas…..que también ”pegan” con el miguerío. De postre, melones y sandías. Riquísimo todo.

La tertulia sirvió para revivir momentos del ayer escolar en nuestro pueblo con las aulas de niños y de niñas que, en un principio, se ubicaron en el edificio del Ayuntamiento para, años más tarde, pasar a las nuevas escuelas, inauguradas en el año 1956 siendo alcalde Teófilo García, en el recinto donde hoy se ubica el Centro Polivalente. Después se abrieron nuevos aularios.

Recordamos como la gran pizarra, con su inconfundible y entrañable tiza, marcaba un espacio preferente para plasmar las explicaciones, resaltar los sencillos gráficos, señalar la caligrafía etc. etc… Salir a la pizarra suponía para el alumnado un auténtico examen ante el maestro y ante toda la clase.

Los invitados recordaron momentos, anécdotas y situaciones vividas en aquéllos recintos escolares en los que, en un principio, cada alumn@ llevaba su pizarra pequeña con un pizarrín para escribir y, ya más tarde, llegaron los tinteros, las plumas; y después, los bolígrafos, los lapiceros, el Catón, las cartillas Álvarez, los cuadernos, los libros de texto etc. etc.

También hablamos de las obras de teatro que en aquéllos años se pusieron en escena promovidas y escenificadas por la comunidad escolar como “Bodas de Sangre”, “La casa de Bernarda Alba” “Melocotón en almíbar” .  En alguna ocasión y con lo recaudado, sirvieron para organizar excursiones como la llevada a cabo el año 1972 que tuvo como destino Alicante, donde los niños y niñas del pueblo vieron por primera vez el mar, según refleja una crónica del diario alicantino Información. Salamanca y Granada fueron otros destinos.

Antonio, Enrique y Serafín firmaron en el libro de invitados de la “Tertulia las Migas”, recibieron un pañuelo verde recuerdo de nuestras entrañables “Luminarias” de romero que encendemos al atardecer del día 30 de abril, y un pergamino con la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días.

Al terminar el encuentro, los asistentes nos hicimos una foto con los tres invitados para recordar una jornada rica en paisanaje, en paisaje y también en recuerdos escolares. Y encima  acompañó el tiempo con una temperatura casi primaveral en pleno otoño y en plena sierra. Un encuentro completo, sin duda.

J Muñoz

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LA TERTULIA “LAS MIGAS” HOMENAJEA AL MATRIMONIO FONTANAREJEÑO PURA E ISABELO

1 09 2018

NUESTROS PAISANOS RECIBIERON UNA COMPOSICIÓN ENMARCADA CON LA HISTORIA DE FONTANAREJO JUNTO A UNA FOTO DE SU BODA. LA PAREJA FIRMÓ EN EL LIBRO DE TERTULIANOS INVITADOS TRAS ENTREGARLES EL PAÑUELO VERDE, RECUERDO DE NUESTRAS “LUMINARIAS”

Despedimos el caluroso mes de agosto dándonos un “baño” de paisanaje, de paisaje y de gastronomía autóctona. Degustamos unas exquisitas migas con abundantes “tropezones” en el inmenso contorno de Valdepajares, un encuentro organizado por la tertulia “Las Migas” como homenaje y reconocimiento a nuestros paisanos Pura e Isabelo, matrimonio querido y apreciado. El homenaje se desarrolló en dos actos: el primero se celebró en la casilla de Eloy en el citado rincón de Valdepajares; pero como al ágape no pudo asistir Pura, acudimos al día siguiente a su domicilio en Fontanarejo, donde el matrimonio nos recibió muy agradecido.

Isabelo Castillo Muñoz y su esposa Purificación Castillo Arias recibieron un cuadro en el que se enmarca un pergamino con la historia de Fontanarejo junto a una foto del día de su boda. Ambos firmaron en el libro de invitados de la tertulia “Las Migas”, donde plasmaron mensajes de gratitud, y también recibieron el pañuelo verde, como recuerdo de nuestras singulares “Luminarias” de romero. Todo muy simbólico y emotivo.

Nos “apretamos”, dicho en términos locales, unas riquísimas migas que tostaron y prepararon, con esmero para la ocasión,  Federico y Juanma. Entre los abundantes tropezones sobresalieron las sardinas, los pimientos verdes, el chorizo y el “bacalao”. Para finalizar la comilona hubo arrope y  leche fresca (migas “canas”). Como remate postrero nos comimos una exquisita y fresca sandía. Cojonudo todo.

La tertulia sirvió para dar cuerda el recuerdo y revivir momentos del ayer. Isabelo recordó su decisión, allá por el año 1967, de ingresar en la Guardia Civil, un Cuerpo de Seguridad del Estado del que ha formado parte en diversos destinos, hasta su jubilación, de la que disfruta desde hace unos años.

Salió a relucir aquel tiempo en los que Isabelo se compró un ciclomotor que le costó 12.000 pesetas de antaño (unos 72 euros de ahora); y cuando el litro de gasolina costaba 9 pesetas.

También hablamos del tiempo en el que Isabelo fue presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas “Raíces de Fontanarejo”. Tres  años en los que, con el apoyo y la gran ayuda de Pura, llevaron a cabo importantes actividades entre las que destacan las 19 excursiones realizadas  para visitar ciudades, parajes y Patrimonio Cultural de España.

En un momento de la plática, salió a relucir el emotivo acto que organizó la citada asociación de jubilados, cuando era presidente Isabelo, en el que se rindió homenaje a tod@s l@s fontanarejeñ@s que por aquel entonces tenían cumplidos más de 90 años. Un acertado y recordado acto, celebrado en un abarrotado Salón Parroquial (antiguo Teleclub).

La tarde/sobremesa dio de sí también para ver un manojo de fotos retrospectivas con momentos del ayer relacionados con las antiguas escuelas y con recordad@s maestr@s; con tradiciones ya perdidas como la “Mogiganga” que se daba a los recién casados cuando la esposa era forastera; con los duros oficios de la siega y de la era; con las rondas de quintos o con el costumbrismo de las añoradas y recordadas verbenas de las Fiestas de Agosto.

Se nos hizo de noche y algunos de los asistentes, en plan “resopón”, cenamos  y también disfrutamos de una radiante luna que, casi llena, asomó alumbrando morros, valles y montañas. Impresionante.

Ya en la retirada dedicamos un rato a observar una inmensa e intensa bóveda celeste. Hubo quien se quedó allí hasta el amanecer para poder ver la primera luz del alba iluminando poco a poco el inmenso contorno de Valdepajares y alrededores: la Hoya de Zorongo, el Morro de los Arroyuelos etc., un instante que, por lo que cuentan, debe merecer la pena. A la próxima, alguno más nos apuntaremos a tan sugerente despertar.

J. Muñoz

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QUINTÍN MUÑOZ GUTIÉRREZ ASISTE A LA TERTULIA “LAS MIGAS”, QUE REÚNE A FONTANAREJEÑOS EN MADRID

14 06 2018

NUESTRO PAISANO FIRMÓ EN EL LIBRO DE INVITADOS, RECIBIÓ UN PERGAMINO CON LA HISTORIA DE FONTANAREJO Y EL PAÑUELO VERDE, SIMBÓLICO DE NUESTRAS SINGULARES “LUMINARIAS” DE ROMERO

El último “encuentro miguero” de esta lluviosa primavera 2018 reunió a un grupo de fontanarejeños en el restaurante “El Rincón de Sancho”, ubicado en pleno centro de Madrid y regentado por nuestro paisano Carlos Muñoz, hijo de Celia y de Cele. Asistió como invitado a la tertulia “Las Migas” nuestro paisano Quintín Muñoz Gutiérrez, con el que hablamos, entre otras cosas, de sus vivencias infantiles y adolescentes en en el Alcornocal y en Fontanarejo, además de su larga actividad laboral hasta su reciente jubilación.
Nos comimos unas riquísimas migas que tostó Carlos con esmero para la ocasión. Entre los abundantes tropezones sobresalieron los boquerones, la panceta, el chorizo, las uvas, el arrope y la leche (migas “canas”), estas últimas ya al final de la comilona. Cojonudo todo.
La tertulia y el recuerdo de las vivencias de antaño (las escuelas, el histórico horno de pan de sus abuelos Esteban y María, ubicado en la calle Empedrada) marcaron una interesante sobremesa en la que también hablamos de su trayectoria profesional como policía.
En un momento de la plática, echamos la vista atrás viendo un manojo de fotos restrospectivas de Fontanarejo en las que, entre otros momentos, aparecía Quintín participando como actor en alguna obra de teatro representada antaño en el Teleclub.
Terminamos el encuentro con la firma de Quintín Muñoz Gutiérrez en el libro de invitados de la tertulia “Las Migas”, en el que plasmó una dedicatoria llena de agradecimiento y afecto. Posteriormente le entregamos un pergamino que recoge la historia de nuestro pueblo y un pañuelo verde, simbólico de nuestras entrañables “Luminarias”. Precisamente cerramos la larga sobremesa haciéndonos una foto de grupo, a la que se unió Carlos, junto al gran cuadro que alberga el restaurante ”El Rincón de Sancho” y que representa el encendido de las singulares “Luminarias” de Fontanarejo.
Terminado el encuentro fuimos caminando, para “bajar” un poco la comida, por Gran Vía, Callao y Puerta del Sol, una céntrica ruta en la que suele confluir un gran gentío que va y viene. Por allí transitábamos a esa hora miles de visitantes y miles de madrileños. Nosotros, hartos de migas, entre ellos.

J. Muñoz

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TIEMPO DE COLLEJAS, “PELLUELAS” Y POTAJE

23 03 2018

FONTANAREJO CONSERVA UNA RICA GASTRONOMÍA EN SEMANA SANTA CON PLATOS TÍPICOS QUE SE COMEN, SOBRE TODO, EL JUEVES Y VIERNES SANTOS

Con la llegada de la Semana Santa, Fontanarejo pone sobre la mesa una rica tradición culinaria que, año tras año, tiene su máximo exponente en las jornadas del Jueves y el Viernes Santo. Durante esas señaladas fechas del calendario festivo y gastronómico sobresale, entre todos los platos, el riquísimo potaje al que, además de los correspondientes garbanzos y espinacas, se le suele acompañar con las peculiares  collejas. Para quien no las conozca, decir que la colleja es una singular verdura silvestre que la Real Academia Española (RAE) describe como una “hierba de la familia de las cariofiláceas, de 40 a 80 centímetros de altura, con hojas lanceoladas, blanquecinas y suaves, tallos ahorquillados y flores blancas en panoja colgante,y se come en algunas partes como verdura.” En las imágenes podemos ver la planta de la que se extraen las hojas para su posterior cocción. Al potaje se le acompaña también con las singulares “pelluelas”, una masa en forma redonda u ovalada que se elabora con pan rallado, huevo, perejil y ajo. Por último, el peculiar puchero local hay personas que lo suelen aderezar con un sabroso preparado a base de tomate empapado en vinagre, clavo y azafrán. Buenísimo

La Semana Santa en España, declarada el pasado año por el Consejo de Ministros como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, es un fenómeno plural que aglutina valores religiosos, culturales y sociales. Y un apartado especial es, sin duda, el relacionado con la alimentación pues la Semana Santa ofrece cada año en numerosos rincones de las diversas comunidades autónomas una gastronomía específica de esas fechas que van desde los variados potajes de vigilia a las típicas torrijas, los escabechados, los hornazos, el “pa torrat”, los pestiños, las “monas de pascua”, las rosquillas etc.

En nuestro pueblo, además del citado potaje con collejas y “pelluelas”, es muy habitual comer también durante los días de Semana Santa la sabrosa tortilla de espárragos silvestres, el escabeche de bacalao, las natillas, los “sapillos”, el arroz con leche, los “canutillos” y las rosquillas. Todo ello marca un peculiar costumbrismo culinario local que tiene también, sin duda, un exquisito carácter identitario. El diario LANZA de Ciudad Real recogió hace dos años un reportaje sobre esta ancestral costumbre en una página que se acompaña en las imágenes.

Desde tiempo inmemorial, los de Fontanarejo hemos disfrutado durante el Jueves y el Viernes Santos de una abundantísima y exquisita comida que, afortunadamente, se ha sabido conservar y transmitir a lo largo del tiempo. Recuerdo que de pequeño escuchaba un simpático dicho popular que lo resumía así: ”Tres días hay en el año que se llena bien la panza, Jueves Santo, Viernes Santo y el día de la matanza“. Pues eso, a disfrutar de la tradicional gastronomía local en estos días de la Semana Santa 2018, y….  !!buen provecho !!

Justo Muñoz

 

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Gastronomía Semana Santa





“NO QUIERO BELLOTAS ROTAS NI CASTAÑAS CON VENTANAS”…

24 12 2017

LOS MUCHACHOS DE FONTANAREJO PROTAGONIZABAN ANTAÑO, CADA 24 DE DICIEMBRE AL ANOCHECER, UN TRADICIONAL RECORRIDO POR LAS CASAS DEL PUEBLO  CANTANDO SINGULARES VILLANCICOS Y PIDIENDO EL AGUINALDO

 

Justo Muñoz Fernández

 

Ocurría cada Nochebuena al atardecer, entre dos luces. Los chavales de Fontanarejo protagonizaban antaño un bullicioso ritual festivo que tenía como recorrido las calles del casco urbano y como escenario las cocinas de las viviendas de nuestro pueblo. Los muchachos, provistos sobre todo de artesanales zambombas y alguna pandereta, se organizaban en grupos para ir pidiendo el aguinaldo por las casas cada 24 de diciembre al anochecer. Llamaban a la puerta de las viviendas al grito de «¿Se canta o se reza?». Tras escuchar la respuesta de los moradores de la casa, que solía ser un también sonoro …!adelante!, los zagales llegaban hasta la cocina y, formando un corro al rescoldo de la lumbre, o rezaban un solemne Padrenuestro si se había registrado algún óbito reciente en la familia o cantaban un singular villancico. En otros casos salía a la puerta algún miembro de la familia y les daba el aguinaldo sin que cantaran ni rezaran.

Si, una vez en el interior, se les daba licencia para cantar, que era lo más frecuente, el villancico más tradicional decía, a modo de presentación, lo siguiente:

«Tengan “ustés” buenas noches, señores y señoritas/ que una noche como esta se reciben las visitas./Ya hemos “dao” las buenas noches y “ustés” las habrán oído/ ahora vamos a cantar el nacimiento del Niño. /Aquí nació el Niño, en este pesebre/ entre pajas lleno y nada de verde».

A continuación se entonaba una letrilla muy singular refiriéndose por sus  nombres al matrimonio de la casa, que decía así: «¿Quién es ese caballero?, que en la silla está sentado/ si será el señor (nombre del marido), Dios le guarde muchos años. /No lo digo por su hacienda, ni por lo que me ha de dar/ es la señora (nombre de la esposa), que es la flor de este lugar./Señora (nombre de la esposa), no se enfade usted, que estas son coplillas que van para usted”.

Acabado este cántico se hacía un llamamiento al denominado «mochilero», que era un miembro del grupo que se quedaba en la puerta o en el portal de la casa esperando la llamada para entrar en acción. Y se le citaba en estos términos: «!Entra, entra mochilero/ con la mochila en la mano/ que te den el aguinaldo, que nosotros ya nos vamos». Ese era el momento en el que se les daba el aguinaldo a los muchachos. Aguinaldo que solía ser o unos embutidos de la reciente matanza casera del cerdo o unos mantecados o incluso, en tiempo más duros, un puñado de castañas o de bellotas. Como crítica hacia este último «agasajo» surgió otra simpática letrilla que señalaba lo siguiente:….«! No quiero bellotas rotas/ ni castañas con «ventanas»/ quiero lomo y longaniza/, para almorzar por la mañana»!

O este otro que decía, en plan positivo:“Cuchillito nuevo veo relucir/ lomo y longaniza nos van a partir”.

Con los aguinaldos recogidos por el mochilero de la cuadrilla, los chavales solían hacer una comida o se lo repartían a partes iguales.

Otro de los villancicos, con un claro mensaje solidario, que se solía cantar en Fontanarejo en aquélla recordada Nochebuena de nuestro pueblo era el siguiente:

«!Madre!, en la puerta hay un niño/ mas hermoso que el sol bello/ yo digo que tiene frío por que viene medio en cueros/. Pues dile que entre, se calentará/ porque en este Mundo ya no hay caridad”. 

Vayan, por último, estas dos letrillas de sendos cánticos navideños que también se entonaban antaño en nuestro pueblo:

“María les fue a pedir/ limosna a unos ganaderos/ y le dieron cuatro panes y la mitad de un cordero/, y San José dijo gran limosna es esta / vámonos María a poner la mesa”.

“Zambomba, zambomba, carrizo carrizo/los hombres del campo no comen chorizo/ que comen patatas y pimientos fritos”.

Sirva este recuerdo de una de las tradiciones en la Nochebuena de antaño en  Fontanarejo para felicitar desde este blog las Fiestas Navideñas 2017 y desear un venturoso año nuevo 2018, que está a punto de entrar.

 

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LA TERTULIA FONTANAREJEÑA “LAS MIGAS” CUMPLE CUATRO AÑOS

23 11 2017

UN TOTAL DE 43 PERSONAS HAN ASISTIDO A LOS ENCUENTROS CELEBRADOS EN TRES RESTAURANTES DE MADRID Y EN “CASILLAS” DE CAMPO ENCLAVADAS EN PARAJES DE NUESTRO PUEBLO

ENTRE LOS INVITADOS HAN PARTICIPADO PAISAN@S QUE VIVEN EN FONTANAREJO Y EN MADRID; PERIODISTAS, ESCRITORES Y ACTORES, ENTRE ELLOS MIGUEL ÁNGEL OLIVER (PERIODISTA DE CUATRO TELEVISIÓN), CARMEN MANZANEQUE (FINALISTA DEL PREMIO PLANETA),  LUIS LANDERO (PREMIO NACIONAL DE LITERATURA Y DE LA CRÍTICA), MARÍA ANGELES SANCHEZ (ESCRITORA Y FOTÓGRAFA), JAVIER COLLADO (ACTOR) Y LAS HERMANAS GOYANES (ACTRICES).

 

La tertulia “Las Migas”, que nació en el mes de noviembre de 2013, cumple ahora cuatro años. A lo largo de estos 48 meses han asistido a la misma un total de 43 personas que han degustado un plato tan típico, rural y tradicional como son las migas y, a la vez, han participado en las tertulias de sobremesa. Los “encuentros migueros” se han celebrando en tres restaurantes ubicados en el centro de Madrid, dos de ellos regentados por fontanarejeñ@s “Casa Jacinto” y “ El Rincón de Sancho”; Casa de Castilla La Mancha y también se han celebrado en “casillas” de campo enclavadas en singulares parajes de nuestro querido pueblo como “El Aguilero”, “Valdepajares” o “El Río”.

El primer invitado a la tertulia “Las Migas” en aquel noviembre de 2013 fue el abogado Miguel Muga Madrid, que vivió con su familia en Fontanarejo cuando él era niño y adolescente. El segundo invitado fue el conocido periodista Miguel Ángel Oliver, director del informativo nocturno de la Cadena de televisión Cuatro, que es nieto de un fontanarejeño. Después les siguieron paisanos, amigos y conocidos: David García, Ángel de la Cuesta, Antonio Sánchez, Javier Ortega, Antonia Guijarro, Ángel Alcaide, Conchita Goyanes (Q.E.P.D.), María José Goyanes y el hijo de ésta Javier Collado; los hermanos Serafín y Jesús Simón; Daniel Domingo; Felipe Martín, Gregorio García, los hermanos Dolores, Jesús y Antonio Rodríguez; Amado Fernández , Eloy Muñoz, Manuel Domínguez, los hermanos Amelia y Silvio García; María Ángeles Sánchez, Baldomero Arias, Gabino Fernández, Tomás Muñoz, Cándido Arias, Elena Ortiz, Laura Martín. Toni Ochoa, Carmen Manzaneque, Ceferino Muñoz, Eloy Muñoz y José Castillo.

A lo largo de estos últimos meses han asistido como invitados a la tertulia fontanarejeña  “Las Migas” Isabel Rosa García, Luis Landero, José María García y Emiliano Muñoz. Al último “encuentro miguero”, celebrado hace unos días, asistieron Julia Alcaide Espinosa y Máximo García García, matrimonio fontanarejeño, y su hija Mercedes García Alcaide.

Durante estos 48 meses, los tertulianos que forman este grupo, han compartido mesa y mantel con paisanos y también con personas que estuvieron en su día en nuestro pueblo como, por ejemplo, las hermanas Goyanes, que vivieron allí en los años cincuenta cuando su padre José Goyanes era el médico del pueblo; Javier Collado (actor) que estuvo en nuestro pueblo hace 26 años; Miguel Ángel Oliver (periodista-presentador de la cadena Cuatro televisión) cuyo abuelo es de nuestro pueblo y que visitó con su familia Fontanarejo el año 2014; María Ángeles Sánchez (escritora y fotógrafa) que estuvo en las “Luminarias” en el año 2004. También han asistido a la tertulia personas que no conocen nuestro pueblo y a las que los tertulianos han invitado para vengan a Fontanarejo en alguna ocasión, como es el caso de Carmen Manzaneque  (escritora y finalista del Premio Planeta) y Luis Landero (escritor y premio nacional de Literatura y de la crítica).

Todos los invitados recibieron un pergamino que recoge la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días. Y también firmaron todos en el libro de honor de la tertulia, cuya portada puede verse en las imágenes que acompañan a este texto, en el que dejaron plasmados sus mensajes.

Por otro lado, el diario LANZA de Ciudad Real, se ha hecho eco en varias ocasiones de la tertulia “Las Migas”, que impulsan un grupo de fontanarejeños en Madrid.

 

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EMILIANO MUÑOZ GARCÍA ASISTE A LA TERTULIA FONTANAREJEÑA “LAS MIGAS” EN MADRID

23 09 2017

DESPEDIMOS EL TÓRRIDO VERANO 2017 CON UN “ENCUENTRO MIGUERO” EN EL QUE NUESTRO PAISANO FIRMÓ EN EL LIBRO DE INVITADOS, RECIBIÓ UN PERGAMINO CON LA HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO Y EL PAÑUELO VERDE DISTINTIVO DE LAS “LUMINARIAS”

 

HABLAMOS, ENTRE OTRAS COSAS, DE SU AFICIÓN A LA FOTOGRAFÍA CUYA MUESTRA PUDIMOS VER EN UNA EXPOSICIÓN DEL 14 AL 18 DEL PASADO MES DE AGOSTO

 

Emiliano Muñoz García, paisano fontanarejeño asentado en Madrid desde hace años, asistió como invitado a la tertulia “Las Migas» celebrada en el restaurante “El Rincón de Sancho”, un recinto culinario ubicado en el barrio madrileño de Argüelles en el que Carlos, hijo de Celia y Cele, nos preparó una suculenta sartén de migas. Y también se esmeró con abundantes «tropezones» a base de boquerones, pimientos verdes y rojos, panceta (“mesao”), chorizo, bacalao, uvas y arrope. Y para rematar, leche fría con la que empapamos unas riquísimas “migas canas”.

Tras finalizar el “ágape miguero”, con el que también despedíamos un caluroso y tórrido verano 2017,  llegó el rato de la plática y de una amena tertulia en la que hablamos con Emiliano de su trabajo y, sobre todo, de sus aficiones y más concretamente de la fotografía. Nuestro paisano tiene cientos y cientos de fotos captadas a lo largo de los 30 últimos años. Hay que recordar que del 14 al 18 del pasado mes de agosto los fontanarejeños y visitantes pudieron disfrutar de una exposición de fotografías realizadas por Emiliano Muñoz García. La muestra, impulsada por la asociación de “Amigos de las Luminarias” bajo el título “Naturaleza viva”, recogía un seleccionado manojo de instantáneas con la exultante  flora, la peculiar fauna y los impresionantes parajes de nuestro término municipal.

También hubo momentos para hablar de Fontanarejo  y, al echar la vista atrás viendo fotos retrospectivas, recordamos a muchos paisanos, recreamos instantes vividos y “paseamos” por espacios urbanos de antaño.

Emiliano  firmó en el libro de invitados de la tertulia «Las Migas»,  recibió un pergamino con la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días y  también el pañuelo verde distintivo de nuestras tradicionales “Luminarias”.

Nos levantamos de la mesa bien avanzada la tarde con la satisfacción de haber pasado un buen rato marcado por el paisanaje, la gastronomía más autóctona y los recuerdos del ayer más reciente.

¡Ah!, y ya para concluir…¡bienvenido el otoño 2017!, que se “quedará” hasta el 21 de diciembre.

J. Muñoz

 

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EL ESCRITOR LUIS LANDERO, PREMIO NACIONAL DE LITERATURA Y DE LA CRÍTICA, ASISTE A LA TERTULIA FONTANAREJEÑA “LAS MIGAS”

25 11 2016

-En el encuentro, con uno de los grandes autores de la narrativa contemporánea, hablamos de su minucioso trabajo como novelista y de sus orígenes rurales en Extremadura.

-El escritor firmó en el libro de invitados, donde dejó plasmado un singular verso, y recibió un pergamino con la historia de Fontanarejo y el pañuelo verde simbólico de nuestras  “Luminarias”.

El escritor extremeño Luis Landero, premio Nacional de Narrativa y de la Crítica en 1990 por su obra primera “Juegos de la edad tardía”, asistió a la tertulia fontanarejeña “La Migas” en Madrid. Charlar con uno de los más grandes narradores de la Literatura Española contemporánea es un verdadero placer, un lujo; pero, si además, la conversación fluye después de comer una sartén de migas y al rescoldo de dar cuerda al recuerdo de nuestros orígenes rurales, el momento se convierte en sublime. Y así pasó, pues Luis, nacido en Alburquerque (Badajoz) en una familia campesina que emigró a Madrid en los años sesenta, mantiene muy nítidas esas vivencias que plasma magistralmente, en una narración muy emotiva, en su último libro “El balcón en invierno”. La obra ha sido galardonada con el premio “Libro del Año” por el gremio de libreros de Madrid.

Acompañaba a Luis Landero su amigo de toda la vida el doctor Juan Pedro Vázquez de la Cámara, médico rural en Castilla y León, viajero empedernido y ciudadano solidario. El encuentro gastronómico tuvo lugar en el restaurante “Casa Jacinto”, que regentan nuestra paisana Toni y su esposo Jacinto. Señalar que, nada más sentarnos, y tras colocar la sartén en la mesa, Luís recordó con nostalgia “las exquisitas migas que preparaba mi madre, muy similares a estas”.

Toni, que recibió un aplauso a modo de felicitación de todos los comensales por su maestría culinaria, nos preparó unas migas con abundantes tropezones: pimientos verdes y “chorruznos”, panceta (“mesao” que llamamos en nuestro pueblo), chorizo, boquerones, torreznos, morcilla, uvas, arrope y para rematar…leche fresca para “regar” unas deliciosas migas y convertirlas en “canas”.

Tras la degustación de tan contundente y típico plato llegó el momento de una enriquecedora tertulia en la que escuchamos a Luis Landero por un lado, hablar de su esmerado e intenso trabajo literario; y, por otro, contar numerosas anécdotas y momentos de su niñez en Alburquerque y de su adolescencia en el barrio madrileño de Prosperidad. Recuerdos entrañables de su abuela Francisca, que aparece en la portada de su última novela fotografiada con él; de su primo Paco, de sus padres, de su tío Ignacio y, en definitiva, de un mundo rural y campesino que todos los tertuliamos conocemos bien. De ahí lo emotivo de la tertulia en la que echamos la vista atrás para rememorar aquél ritual del reparto de la leche en polvo que nos ofrecían en la escuela, y que Luís la recuerda como “de muy buen sabor”; pasando por el trozo de “pan con lo que sea” que nos daban nuestras madres de “merendilla” en Fontanarejo. La palabra bocadillo no la conocíamos entonces y, posteriormente, nos sonó bastante rara.

En otro momento hablamos de que, muchos de nosotros, habíamos tenido la suerte de conocer a paisanos que “pesaban a ojo” el ganado y se equivocaban poco en el cálculo. Luis contó que su madre, fallecida el pasado año, había ganado no hace mucho tiempo un premio, una placa,  “que ella conservaba con orgullo y esmero, tras calcular con bastante precisión el peso de un cerdo en una tradicional matanza celebrada en Aranda de Duero”.  En ese contexto de costumbrismo rural hablamos también del simbólico y respetado apretón de manos con el que se cerraban los tratos antaño y del tradicional alboroque, que la Real Academia Española (RAE)  define como “agasajo que hacen el comprador, el vendedor o ambos, a quienes intervienen en una venta”.

Aprovechamos, por otro lado, para que Luis Landero nos dedicara algunos de sus libros. Y mientras el escritor, bolígrafo en ristre, plasmaba sentidos mensajes (algunos con su dibujo incluido que ilustra la portada de “Juegos de la edad tardía”), el doctor Vázquez nos contó algunos de sus viajes solidarios a África, donde suele acudir cada año en rutas humanitarias y de ayuda a gentes necesitadas.

Casi al final de la extraordinaria y animada sobremesa, de la que nos levantamos casi a las seis de la tarde, sacamos a relucir nuestras peculiares “Luminarias”, una tradición muy querida que mantenemos viva los de Fontanarejo. Luís vio con atención  un “ramillete” de fotos que recogen el gran sahumerio que protagonizamos los fontanarejeños cada 30 de abril al atardecer. Un momento que Juan Pedro Vázquez tuvo la oportunidad de disfrutar hace unos años cuando estuvo en nuestro pueblo y recuerda con intensidad las lumbres de romero ardiendo todas al unísono.

Luis Landero firmó en el libro de invitados de la tertulia “Las Migas”, donde nos dejó plasmado, de puño y letra, este verso: Bien se está en Casa Jacinto con migas y con amigos, los torreznos son testigos, de notario, el vino tinto. En mi pueblo nací ayer, y hoy, que ya voy para viejo, renazco en Fontanarejo”.

Entregamos a Luis y a Juan Pedro un pergamino con la historia de nuestro pueblo y el pañuelo verde simbólico de las ancestrales “Luminarias”, que llevaron atado al cuello en la despedida de un encuentro muy gratificante.

Ya anochecido, algunos contertulios fuimos dando un paseo hasta la céntrica Puerta del Sol, que muestra ya adornos navideños, y nos hicimos una foto para el recuerdo de una jornada en la que compartimos mesa, mantel, migas y charla con el autor de obras que ya forman parte del mejor catálogo de la narrativa española: “Juegos de la edad tardía”, “Caballeros de Fortuna”, “El mágico aprendiz”, “Entre líneas: el cuento de la vida”, “El guitarrista”, “Hoy, Júpiter”, “Retrato de un hombre inmaduro”, “Absolución” y “El balcón en invierno”.

Por cierto, Luis Landero, nos reveló que ya tiene terminada su nueva novela que seguramente verá la luz en la próxima primavera. ¡Enhorabuena, Luis!.

Justo Muñoz

Tertulia con Luis Landero
***Pincha en la foto para acceder a todo el álbum***





LA TERTULIA “LAS MIGAS” CUMPLE TRES AÑOS, IMPULSADA POR FONTANAREJEÑOS

9 11 2016

UN TOTAL DE 37 PERSONAS HAN ASISTIDO A LOS ENCUENTROS QUE SE CELEBRARON EN MADRID Y TAMBIÉN EN “CASILLAS” DE CAMPO EN NUESTRO PUEBLO

La tertulia “Las migas”, que nació en el mes de noviembre de 2013, cumple tres años. A lo largo de estos 36 meses han asistido a la misma un total de 37 personas que han degustado un plato tan típico, rural y tradicional como son las migas y, a la vez, han participado en las tertulias de sobremesa. Los “encuentros migueros” se han celebrando en dos restaurantes ubicados en el centro de Madrid y regentados por fontanarejeñ@s, “Casa Jacinto” y “ El Rincón de Sancho”; en la Casa de Castilla La Mancha en la capital de España y también se han celebrado en “casillas” de campo enclavadas en singulares parajes de nuestro querido pueblo como “El Aguilero”, “Valdepajares” o “El Río”.

El primer invitado a la tertulia “Las Migas” en aquel noviembre de 2013 fue el abogado Miguel Muga Madrid, que vivió con su familia en Fontanarejo cuando él era niño y adolescente. El segundo invitado fue el conocido periodista Miguel Ángel Oliver, director del informativo nocturno de la Cadena Cuatro, que es nieto de un fontanarejeño. Después les siguieron paisanos, amigos y conocidos: David García, Angel de la Cuesta, Antonio Sánchez, Javier Ortega, Antonia Guijarro, Angel Alcaide, Conchita Goyanes (Q.E.P.D.), María José Goyanes y el hijo de esta Javier Collado; los hermanos Serafín y Jesús Simón; Daniel Domingo; Felipe Martín, Gregorio García, los hermanos Dolores, Jesús y Antonio Rodríguez; Amado Fernández , Eloy Muñoz, Manuel Domínguez, los hermanos Amelia y Silvio García; María Ángeles Sánchez, Baldomero Arias, Gabino Fernández, Tomás Muñoz, Cándido Arias, Elena Ortiz, Laura Martín,Toni Ochoa, Carmen Manzaneque, Ceferino Muñoz, Eloy Muñoz y José Castillo . La última invitada fue nuestra paisana Isabel Rosa García, que vive desde hace 28 años en el reno Unido.

A lo largo de estos 36 meses, los tertulianos que forman este grupo, han compartido mesa y mantel con paisanos y también con gentes que vivieron o visitaron en algún momento nuestro término municipal. Todos los invitados recibieron un pergamino que recoge la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días. Y también firmaron todos en el libro de honor de la tertulia, cuya portada puede verse en las imágenes que acompañan a este texto, en el que dejaron plasmados sus mensajes.

Por otro lado, el diario LANZA de Ciudad Real, se ha hecho eco en varias ocasiones de la tertulia “Las Migas”, que impulsan un grupo de fontanarejeños en Madrid.

III aniversario Tertulia "Las Migas"

***Pica en la foto para ver el resto del álbum***





SARTÉN DE MIGAS CON ISABEL ROSA GARCÍA MUÑOZ EN “CASA JACINTO”, EN EL CENTRO DE MADRID

22 09 2016

NUESTRA PAISANA, QUE VIVE EN EL REINO UNIDO DESDE HACE 28 AÑOS, ASISTIÓ A LA TERTULIA “LAS MIGAS”, FIRMÓ EN EL LIBRO DE INVITADOS Y RECIBIÓ UN PERGAMINO CON LA HISTORIA DE FONTANAREJO Y EL SIMBÓLICO PAÑUELO VERDE DE “LAS LUMINARIAS”

 

Compartimos una estupenda sartén de migas, mesa, mantel y tertulia con nuestra paisana Isabel Rosa García Muñoz. Y lo hicimos aprovechando que estaba pasando unos días en Madrid a donde había llegado procedente del Reino Unido, donde reside desde hace 28 años. Isabel asistió a la tertulia “Las Migas”, que impulsa un grupo de fontanarejeños, en una jornada en la que había refrescado en la capital de España y, por lo tanto, el tiempo había “mejorado y acompañaba” a la hora de comer tan suculento y contundente plato con el que, además, aprovechamos para despedir un caluroso y seco verano 2016.

La cita gastronómica, a la que acudió también Miguel Ángel, primo de Isabel Rosa; tuvo como escenario el céntrico restaurante “Casa Jacinto”, ubicado en el Madrid de los Austrias y muy cerca de la Plaza de España. Las migas las tostó nuestra paisana Toni, que las acompañó con abundantes “tropezones” a base de pimientos verdes y rojos-“chorruznos”, panceta-“mesao”, chorizo, morcilla, boquerones, uvas, arrope y leche bien fría para las “migas canas”. Todo riquísimo.

Tras el buen yantar llegó el momento de la charla, de los recuerdos y de las vivencias de nuestra invitada que, entre otras novedades, acaba de ser abuela y disfruta de su nieta Luna, una preciosa niña que conocimos a través de un magnífico reportaje gráfico que nos mostró con las primeras horas de vida de Luna y de los primeros días de disfrute como “abuelita”. ¡Enhorabuena!

Echando la vista atrás, Isabel Rosa recordaba su infancia, adolescencia y parte de su juventud vividas en nuestro pueblo, hasta que se marchó a Villahermosa y después a Madrid, donde vivió 12 años, antes de asentarse en el Reino Unido, donde reside. Recordaba con especial intensidad la escuela de Fontanarejo, con doña Pilar de maestra; las obras de teatro que representaron y en las que participó como “La barca sin pescador”, de  Alejandro Casona; y “Yo soy un sinvergüenza”, de Pedro Muñoz Seca. Esta última llegaron a representarla también con gran éxito, además de en nuestro pueblo, en Navalpino.

En un momento de la animada charla hablamos del actual debate sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el denominado “Brexit”- acrónimo inglés formado por las palabras “Britain” (Gran Bretaña) y “exit” (salida). Isabel Rosa, que vive desde hace casi tres décadas en el Reino Unido, contó algunas vivencias y percepciones durante estos últimos meses tras el sonado referéndum así como diversas anécdotas.

Isabel Rosa firmó en el libro de invitados de la tertulia “Las Migas”, donde escribió un emotivo y agradecido mensaje; recibió un pergamino con la historia de Fontanarejo desde sus orígenes hasta nuestros días, y también el pañuelo verde, simbólico de nuestras entrañables “Luminarias” de romero verde que los fontanarejeños encendemos cada 30 de abril al atardecer.

Y como casi siempre hacemos en estos encuentros, echamos mano de un buen ramillete de fotografías del Fontanarejo del ayer: las fiestas, los toros, las escuelas, los quintos, las eras…y también fotos de paisan@s nuestr@s que ya no están con nosotros. Muchas imágenes retrospectivas que sirvieron para dar cuerda al recuerdo de un ayer muy reciente en nuestro querido pueblo.

Ya casi al final de la tertulia se sentó un rato con nosotros Toni, y recordamos los tiempos en los que vivió en Fontanarejo con su familia, en la calle Empedrada. Nuestra paisana nos acababa de sorprender con un “biscuit de manzana”, un delicioso postre con una espectacular presentación, como puede verse en la foto; lo que corrobora que en “Casa Jacinto” trabajan en los fogones en la salvaguarda de la cocina más tradicional, pero también están volcados en la vanguardia de la repostería más avanzada.

Nos levantamos de la mesa pasadas las 18,30 de la tarde pues Isabel Rosa y su primo Miguel Ángel querían estar puntuales en el Teatro María Guerrero-Centro Dramático Nacional para ver a María José Goyanes en la obra “El cielo que me tienes prometido”, en la que María José borda el papel de Santa Teresa de Jesús.  Isabel Rosa se emocionó en algún momento de la representación viendo en escena a María José con quien compartió años de infancia y de vecindad cuando la conocida artista vivió en Fontanarejo. Corrían los años cincuenta y D. José Goyanes, padre de la actriz, era el médico de nuestro pueblo.

Encuentro completo de gastronomía autóctona, de paisanaje y de “tertulia miguera” en pleno centro de un Madrid ya más fresco y menos sofocante que a primeros de septiembre. Adiós verano, adiós….  bienvenido sea el otoño 2016. Por otro lado, ya lo dice el refrán: ”Otoño entrante, barriga tirante”, sobre todo después de comer una sartén de migas.

J.Muñoz

 
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MIGAS DE ERA, TRILLA Y GALBANA EN MADRID CON UN CALOR SOFOCANTE, SIMILAR AL QUE HACÍA ANTAÑO EN LAS ERAS DE FONTANAREJO

20 07 2016

JOSÉ CASTILLO FERRERA, ASISTE COMO INVITADO A LA TERTULIA “MIGUERA, FIRMÓ EN EL LIBRO DE HONOR Y RECIBIÓ UN PERGAMINO Y EL PAÑUELO VERDE SÍMBOLO DE “LAS LUMINARIAS”

 

La climatología se sumó al guión y ese día hizo un calor sofocante en Madrid. Tan alta temperatura incluso vino bien para rememorar las migas de trilla que, en pleno verano y con calores similares, se comían antaño para almorzar en las eras de Fontanarejo. Al encuentro gastronómico y a la posterior “tertulia  miguera” asistió nuestro paisano José Castillo Ferrera, con quien hablamos de vivencias, recuerdos y experiencias tanto en nuestro pueblo, donde también fue “trillaor”, como en Mallorca y Madrid, los lugares donde posteriormente trabajó hasta su jubilación .

Nos “apretamos” unas riquísimas migas de era, trilla y galbana (“garbana” decíamos en Fontanarejo),  que nos preparó Carlos en su mesón, “El Rincón de Sancho”, en el centro de Madrid muy cerca de la Plaza de España. Unas riquísimas migas salpicadas con abundantes “tropezones”…. Pimientos “chorruznos” y verdes, boquerones, bacalao, chorizo, panceta , uvas, arrope y leche final para las migas “canas”.

Todos los que nos sentamos a la mesa fuimos en su día “trillaores” en las eras de Fontanarejo y buena parte de la tertulia sirvió para recordar aquellos interminables días que pasábamos encima de la trilla o ayudando en otras tareas de la era como volver la parva, amontonar, emparvar o limpiar.

José Castillo refirió numerosas anécdotas vividas a pie de parva y también en las besanas de nuestro pueblo arando con la yunta. Con 18 años se marchó a Palma de Mallorca, donde trabajó durante 7 años, y finalmente vino a Madrid donde ahora vive. A lo largo de este dilatado tiempo y hasta su jubilación, nuestro paisano ha vivido numerosas experiencias laborales que van desde un breve periodo en la construcción nada más emigrar a Mallorca, pasando por la cocina de hostelería, hasta repartir butano. Posteriormente, y ya en Madrid, trabajó en una empresa de artes gráficas, regentó un bar, fue empleado en una fundición y finalmente estuvo 22 años como celador hospitalario.

También dedicamos un tiempo de la sobremesa para ver fotos retrospectivas de las tareas de verano en Fontanarejo que se iniciaban con la siega y concluían encerrando la paja. Vimos también imágenes de las Fiestas de Agosto de antaño con la entrañable verbena, los toros en la plaza de carros etc. y también fotos de los días en los que tocaba ir a bañarse en el charco de la Olla, de la Losa o en Guadiana, y que suponían unas jornadas de gran disfrute y asueto después del duro estío.

Al final de la interesante conversación, en la que José Castillo tuvo un recuerdo especial  para los maestros D. Miguel y D. Antonio por lo que le habían enseñado, nuestro paisano firmó en el libro de honor de la “Tertulia las Migas”, recibió un pergamino con la historia de Fontanarejo y el pañuelo verde , distintivo de las singulares “Luminarias”.

Finalizamos el encuentro “miguero” pasadas las seis de la tarde, comentando que era “la hora del gazpacho”, pues sobre esa hora llegaba el momento de hacer una parada en la era para comer un refrescante gazpacho que se tomaba a diario, como ocurría con las migas para almorzar o el cocido para comer al medio día. Sin duda una gastronomía tan modesta como potente.

Hartos de migas, fuimos dando un paseo por la Gran Vía para “bajar” un poco los “tropezones” en plena digestión…y aquí surgió la anécdota pues nos abordaron, en al menos dos ocasiones, ofreciéndonos folletos de recintos culinarios… ¡para que entráramos a cenar!. Desconocían, sin duda, cómo llevábamos la andorga. Pasamos después por Callao y terminamos en la céntrica Puerta del Sol con un calor y un bochorno que sirvió, ya en la despedida, para dar de nuevo cuerda al recuerdo de un tiempo pasado cuando fuimos todos “trillaores” en las eras de nuestro pueblo. ¡Qué galbana!.

Justo Muñoz

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POTAJE CON “PELLUELAS” Y COLLEJAS, TORTILLA DE ESPÁRRAGOS SILVESTRES, ESCABECHE Y “SAPILLOS” MARCAN LA GASTRONOMÍA EN LA SEMANA SANTA DE FONTANAREJO

25 03 2016

El pueblo mantiene viva una ancestral costumbre que llena las mesas de una abundante y singular tradición culinaria el Jueves y el Viernes Santos

 

Antaño se llevaba a las majadas estos platos típicos para que los pastores y cabreros también cumplieran con la costumbre

 

La Semana Santa en Fontanarejo, además de los actos litúrgicos, trae cada año a las mesas una rica y tradicional gastronomía que aún hoy se conserva viva, aunque con menos intensidad que antaño. Las cocinas del pueblo registraban un gran trajín, que aún perdura, para elaborar platos y repostería típicos en estas señaladas fechas del calendario festivo: el potaje de garbanzos, que se acompaña con collejas y “pelluelas”; la tortilla de espárragos silvestres, el escabeche de bacalao, las natillas, los “sapillos”, el arroz con leche, los “canutillos” y las rosquillas marcan un peculiar costumbrismo culinario . Desde tiempo inmemorial, los de Fontanarejo han disfrutado durante el Jueves y el Viernes Santos de una abundante y peculiar comida que los lugareños han sabido conservar y trasmitir de generación en generación.

Años atrás, cuando había una gran actividad agrícola y ganadera con decenas de yuntas en las besanas y numerosos rebaños de cabras y ovejas en los montes, muchos gañanes, pastores y cabreros solían hacer un alto en el tajo para acudir al pueblo al medio día y cumplir con la costumbre de comer de vigilia (ausencia total de carne), pero con gran abundancia. Y los que, por circunstancias, no podían venir a sus casas, solían llenar también sus “merenderas” con tan singular comida para degustarla en el campo. En ocasiones era la familia quien se desplazaba hasta la majada para llevar el «hato» con el típico menú que era y es siempre el mismo esas dos jornadas: potaje, tortilla, escabeche de bacalao, seguidos de exquisitos postres a base de arroz con leche, natillas y “sapillos”.

También se suelen preparar durante la Semana de Pasión dulces típicos como los «canutillos» y las rosquillas fritas y recubiertas con azucar. Antiguamente se solían freir con el primer aceite del año, obtenido o bien de las viejas almazaras que funcionaban en la zona, o el que se elaboraba artesanalmente en cada casa.

POTAJE CON COLLEJAS

Al potaje “semanasantero” de Fontanarejo, que muchos lugareños llevan grabado en su memoria gustativa, se le suele echar collejas, una hierba de la familia de las cariofiláceas muy común en algunos parajes del término municipal, y que es una exquisita verdura. Al puchero, además de los correspondientes garbanzos y espinacas, se le acompaña también con “pelluelas”, una masa que se une y comprime regularmente en forma redonda u ovalada y que se elabora con pan rallado, huevo, perejil y ajo. Por último, al peculiar potaje se le adereza con un sabroso preparado a base de tomate empapado en vinagre, clavo y azafrán.

De segundo plato, lo típico es tomar tortilla de espárragos cogidos en los campos y llamados “hilacheros” o de esparraguera  silvestre;  y después se toma el escabeche. Este último plato se elabora con bacalao que, una vez troceado, desalado, frito y enfriado, se  reboza con huevo y, a continuación, los trozos del pescado se depositan en un caldo  amarillento que se elabora a base de sal, vinagre, agua, ajo, perejil, laurel, clavillos y azafrán.

Y la suculenta mesa del Jueves y Viernes Santos se remata con variados postres a base de arroz con leche, natillas o “sapillos”. Estos últimos se preparan, según el testimonio/receta que hemos escuchado en el pueblo, con huevo batido, harina o pan rallado de donde, una vez espesado, se elabora una especie de “pelotitas” que después se cuecen en leche aderezada con canela en rama y cáscaras de limón y naranja . Los “sapillos” se sirven fríos.

Tal es el arraigo de esta tradición muchas personas de Fontanarejo, que viven lejos del pueblo y en otras comunidades autónomas,  siguen manteniendo vivos estos típicos platos cuando llega la Semana Santa.  Se trata, sin duda, de una asumida, trasmitida y revivida gastronomía entendida como una genuina tradición y como una auténtica expresión cultural culinaria.

No está datado documentalmente de donde arranca y el porqué de esta rica costumbre gastronómica. Los más viejos del lugar ya cuentan que sus antepasados cumplían rigurosamente con este costumbrismo culinario tan variado y tan abundante que hasta había un antiguo dicho local que lo definía muy bien:» Tres días hay en el año que se llena bien la panza, Jueves Santo, Viernes Santo y el día de la matanza«. Eran, sin duda, otros tiempos en los que la ya casi desaparecida matanza casera del cerdo suponía también una jornada de gran disfrute y alegría para el estómago.

Justo Muñoz

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gastronomia





TONI OCHOA FIZ ASISTE A LA TERTULIA FONTANAREJEÑA “LAS MIGAS” CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2016

15 03 2016

EL ENCUENTRO TUVO COMO ESCENARIO LA CASA DE CASTILLA LA MANCHA EN MADRID Y NUESTRA PAISANA, JUNTO CON SU MARIDO JACINTO SÁNCHEZ, FIRMARON EN EL LIBRO DE HONOR. TONI RECIBIÓ UNA FOTO PANORÁMICA DE FONTANAREJO DEDICADA.

 

“La Tertulia Las Migas”, que impulsa un grupo de fontanarejeños en Madrid, celebró el Día Internacional de la Mujer 2016, invitando a Toni Ochoa Fiz, una paisana nuestra trabajadora desde su juventud hasta hoy. Toni regenta desde hace 27 años, junto con su marido Jacinto Sánchez Fernández, que también asistió al encuentro; el restaurante “Casa Jacinto”, ubicado cerca de la Plaza de España. En esta Ocasión, Toni y Jacinto dejaron los fogones y el comedor pues el ágape, y la posterior tertulia, tuvieron como escenario el bar-restaurante de la Casa de Castilla La Mancha en Madrid, que se ubica muy cerca de la madrileña Puerta del Sol. Nos sirvieron unas muy buenas migas y, ya que estamos en vísperas de Semana Santa, también probamos unas riquísimas torrijas.

Tras dar cuenta de las migas con sus tropezones, mantuvimos una interesante tertulia con el matrimonio Toni/Jacinto. Hablamos de sus inicios laborales en Madrid cuando eran muy jóvenes. Y, sobre todo, resultó muy interesante conocer sus diversas experiencias culinarias con los diversos negocios que han regentado en la capital, siempre relacionados con la hostelería. Desde aquél bar que tuvieron, años atrás, en Leganés, hasta el que regentaron en la Plaza de Olavide. Posteriormente, en el mes de junio del año 1989, abrieron su actual establecimiento gastronómico, “Casa Jacinto”, un conocido restaurante ubicado en la calle del Reloj número 20, en el Madrid de los Austrias. En el recinto, que atiende Jacinto y Toni está al frente de los fogones, sirven platos basados, fundamentalmente, en la cocina tradicional española. El restaurante “Casa Jacinto” va a cumplir dentro de tres meses 27 años, un dilatado periodo de tiempo de una intensa, extensa y rica actividad gastronómica en la que su cocido madrileño es uno de los platos muy demandado y valorado por la clientela.

Tras la charla, en la que visionamos numerosas fotos del Fontanarejo del ayer con la trilla, las fiestas de Agosto, los quintos, las rondas, las viejas escuelas etc, Toni y Jacinto firmaron en el libro de honor de “La Tertulia Las Migas” donde dejaron plasmados mensajes de agradecimiento y paisanaje. Y Toni, con motivo del Día Internacional de Mujer, recibió un clavel y una foto dedicada con una preciosa panorámica de Fontanarejo, su pueblo, que Toni recuerda muchísimo y en el que ella y su familia (Ana, su madre, (q.e.p.d.); Antonino su padre y su hermano Francisco), vivieron durante muchos años en la calle Empedrada.

Como ya conocen los seguidores del blog, precisamente en “Casa Jacinto” se celebran muchos de los encuentros gastronómicos convocados por la “Tertulia Las Migas”, que nació en octubre del año 2013 promocionada por un grupo de fontanarejeños.

J. Muñoz

 

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LA TERTULIA “LAS MIGAS” FELICITA LAS FIESTAS NAVIDEÑAS Y DESEA UN BUEN AÑO 2016

23 12 2015

Nos comimos unas “migas pobres” al poco rato de acabar el sorteo de la Lotería de Navidad y comprobar que no nos había tocado ningún “pellizco” de los premios principales. Los tropezones, en este caso, fueron pimientos, boquerones y bacalao. Nada de chorizos, lomos ni pancetas. El recinto que acogió este último encuentro miguero de 2015 fue el Rincón de Sancho, en pleno centro de Madrid, y la sartén de migas la preparó, con la maestría culinaria que le caracteriza, nuestro paisano Carlos, hijo de Celia y de Cele.

La “Tertulia las Migas” aprovecha este blog para desear a todos los fontanarejeñ@s, paisanos, amigos, conocidos y seguidores, unas felices Fiestas Navideñas y un buen año nuevo 2016.

La iniciativa tertuliana la promociona un grupo de fontanarejeños con el ánimo por un lado de disfrutar de un plato tan suculento y tradicional; y por otro la de impulsar la cultura del diálogo, la conversación y la plática. Con ese fin se reúnen periódicamente en dos restaurantes madrileños, regentados por fontanarejeñ@s, y también en “casillas” del campo ubicadas en el término municipal de Fontanarejo. Y, en todos los casos, siempre cumplen con el mismo ritual: comerse una sartén de migas con sus correspondientes «tropezones» y charlar con los invitados que acuden a la tertulia «Las Migas». A lo largo de estos dos años, desde que arrancó esta iniciativa en noviembre de 2013, han pasado por los encuentros 30 personas.

Lo dicho, vayan desde este blog nuestros mejores deseos para todos…!!FELICES PASCUAS Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2016!!.

 
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